sabato 3 marzo 2012

Mareos de Dinosaurios


Que tus hijos se mareen cuando van en coche es una lotería. A mi, de mis dos dinosaurios, uno puede hacer kilómetros y kilómetros, beber, leer y hacer el pino en el coche que jamás se marea, a diferencia del otro que antes de que su hermano pregunte, normalmente a los diez minutos de viaje, - Mama, cuando llegamos? Ya se encuentra mal y te pide que bajes la ventana, aunque vayas por una autopista de lo mas recta y plana posible. Así que de dos, tener uno que se marea no esta tan mal, me consuelo yo misma…

Por que la verdad es que el primero que lo pasa mal es èl, por supuesto, no tengo la menor duda, pero ser la Mamisaura sacrificada que limpia los vómitos de tu pequeño no es tampoco muy divertido. Yo lo he entrenado a intentar avisar lo antes posible cuando siente que tiene ganas de vomitar y a hacerlo siempre hacia el lado contrario de donde haya una persona, aunque claro, la tentación de vomitar encima de su querido hermano es muy grande..

Además, como en todo, hay mejores y peores momentos para hacerlo, el famoso timing!! Es mucho mejor que se mareen en verano, cuando van mas ligeritos de ropa y así les puedes cambiar mas rápidamente y no se quedan con la peste encima todo el camino, lo malo es que con el calor, por mucho aire acondicionado que pongas, no hay escapatoria, la peste te sigue.

En invierno con la camiseta, la camisa, el jersey, los pantalones de pana y el abrigo encima o volando por el coche mientras el vomita todo se confunde en un baño de vomito. Lo siento, estoy un poco escatológica, pero el tema es así de duro y como me rodean los dinosaurios, creo que estoy perdiendo mis limites de correcta educación femenina.

Si ya lo se, hay unos inventos estupendos para evitar todo esto y es verdad, yo he probado todo y me quedo con las bandas en las muñecas, que además les hacen dormir estupendamente, lo malo es que como en cada viaje tengo que preparar mil cosas, cada vez que me las he olvidado he pagado caro mi olvido, muy caro…

Solo por compartir situaciones que de tremendas acaban siendo ya divertidas, recuerdo una vez, esto suena a batallita, lo sé, en la que yo conducía sola a mis dos dinosaurios a pasar unos días en las montañas y diez minutos antes de llegar, justo en la ultima curva después de pasar un puerto de montaña tremendo, Martinosaurio ya no puedo mas y se convirtió en una especie de dragón que disparaba, ya sabéis que, en lugar de fuego…yo seguía conduciendo por que claro, en los puertos de montaña con dos serios desniveles a los lados no puedes parar evidentemente, y le daba instrucciones a Nicolodon de cómo limpiar un poco el coche sin yo salirme de la carretera…en cuanto pude paré, y el desastre que me habían hecho entre los dos uno por vomitar y el oro extendiéndolo cuidadosamente por donde no había llegado el radio de acción de su hermano el vomito fue de ataque al corazón, menos mal que por ahora estoy muy sana para sobrellevar estos golpes de la vida.

Aquí también funciona el consuelo de que tus hijos no son los únicos que se marean…pero que te vomiten los hijos de otros en tu coche es ya de nota..Y a mi me ha pasado también¡¡ Socorro¡¡¡

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