martedì 24 gennaio 2012

Soy una Mamá Dinosaurio

Soy una Mama Dinosaurio. Antes me preguntaba que he hecho yo para merecer esto, ahora simplemente disfruto de esta forma de afrontar la vida en compañía de estos adorables seres, e incluso escribo sobre ello. Yo siempre soñé con tener hijas, será por que en casa somos tres hermanas, y yo en mi plan perfecto de vida, me veía con mis tres niñas, como lo éramos en casa, todas ellas estupendas, ideales y súper femeninas, pero la vida me ha regalado dos magníficos pequeños dinosaurios que me hacen felicísima y a los que no cambiaría por nada en el mundo, pero tengo que confesar que, si, a veces, me gustaría ser un poco menos Mama Dinosaurio y un poco mas Hello Kitty.

Quiero aclarar que para alcanzar el titulo de Mamas Dinosaurios hay que ser como mínimo madres de dos hijos varones, no sirve tener solo un hijo, ya que ese es otro discurso muy distinto, ni tener una princesa perdida entre cuatro hijos varones, no, yo hablo de nosotras las sufridas madres de hombrecitos con un marido, hombre, normalmente, lo que nos convierte en las reinas, princesas y todos los demás cuentos chinos que nos quieran contar, la cruda realidad es que estamos rodeadas y no hay escapatoria.

Pero, por que Dinosaurio, no es que me sienta tan mayor como para ser del Jurasico, aunque a veces si tan cansada, ni que me haya puesto tan tremenda que pese como un alosaurio, al revés, tanta actividad me mantiene en forma, mi realidad es que meto en la cama todas las noches a mis cachorros con la sana costumbre de leer un cuento y como no puede ser de otra forma es de Dinosaurios y de tanto leer, me he convertido en una experta en Tyranosaurios y Edmontosaurios, los distingo por periodos, tipo de dieta, zona geografía, por longitud de huesos, o medio, pueden ser acuáticos o voladores, y también distingo tipos de cabezas, colas o patas al instante, además son parte de mi vida cotidiana de tal forma que me los encuentro dentro de mi cama, en la bañera y en el coche, en el sofá del salón justo antes de que vengan invitados y he aprendido a cocinar un arroz con dinosaurio-pollo exquisito, sin dudar entierro primero y después desentierro huesos de dinosaurio en mi jardín, acudo a espectáculos de dinosaurios y películas y en la puerta de mi casa hay un cartel que te deja entrar por que el dinosaurio hambriento que vive dentro ya ha comido hoy, por fortuna!!



Ayer mismo mientras desayunábamos a las ocho de la mañana, mi Nicolodon, es decir mi hijo Nicolás, nombre del tipo de dinosaurio que hemos llegado a la conclusión que el es, aunque lo seguimos buscando en los libros para ser catalogado, me preguntaba muy serio si yo creía que el iguanodon era del tamaño de un árbol o mas como un armario, cosas que naturalmente las Madres Dinosaurio, sabemos al instante, y yo sin dudar ni pestañear, le conteste; hijo mío como un árbol muy grande que puede llegar a 9 metros y es típico de America, y todo esto mientras terminaba de llenar las mochilas con la merienda, buscaba un zapato perdido y vigilaba que no llegara el bus de la escuela a recogerlos y tuviera que esperar.

Por que otra de las maravillosas características de las Madres Dinosaurios, es que somos madres, pero al ser solo de seres masculinos, no es que nos multipliquemos, como hacemos todas las madres sin excepción, es que lo somos de creaturas del sexo opuesto lo que incrementa el trabajo exponencialmente, que por algo se llamara opuesto…..digo yo…

No se si algún día dejare de ser madre Dinosaurio, lo que nunca dejare de ser es madre de Nicolás y Martín, y antes de que se me olviden todas estas aventuras del Mesozoico, si queréis, puedo compartirlas y escribirlas esperando hacer pasar un buen rato, con la esperanza de no ser la única Madre Dinosaurio del planeta, y que así me podáis contar vosotras de vuestras aventuras y desventuras, por que yo la verdad, es que con mis dinosaurios me divierto mucho, eso no me lo quita nadie. Vivan los Dinosaurios¡¡